Don Ciriaco y el estado de las almas fuenteolmedanas

Un registro o libro de matrícula, Status Animarum, elaborado por el párroco a partir de las instrucciones emanados del Concilio de Trento, refleja cómo era el vecindario de Fuente Olmedo entre los años 1893 y 1930.
Ejemplar de ‘Status Animarum’ que se guarda en el Archivo Diocesano

El concilio de Trento de 1545 decretó la obligación de que los párrocos llevasen por escrito los movimientos de su parroquia en cuanto a las defunciones, matrimonios y bautismos. También del cumplimiento de las obligaciones religiosas, comunión, confesión, cumplimiento pascual, confirmación. Este registro anual, Status Animarun, es una excelente fuente de datos para seguir la evolución de una comunidad, pues registra el vecindario, agrupados por calles y familias o cabezas de casa, su estado civil, edad, profesión, procedencia, así como el número de habitantes en cada momento. En el caso de Fuente Olmedo únicamente se conserva en el Archivo Diocesano un cuadernillo manuscrito que agrupa tres series de datos relativas a los años 1893, 1901 a 1906 y 1924 a 1930 que reflejan un periodo histórico, sobre todo la última serie, en el que vivía vecinos cuyos nombres y apellidos nos son familiares a los actuales fuenteolmedanos. Es la época de mayor número de habitantes en el pueblo, 345 almas en 1902, 340 en 1903 ó 341 en 1901, con familias muy numerosas en las que, normalmente, no había menos de tres hijos.

En los dos primeros periodos el párroco de Fuente Olmedo es Don Ciriaco Bernabé Pedrazuela, nacido en Cantimpalos, Segovia, que en 1893 tiene 37 años. En este año Don Ciriaco elabora el libro de matrícula sin reflejar más datos que la relación de habitantes agrupados por familias. El pueblo tiene ese año 272 habitantes repartidos en las calles de Bocigas, en la que vive el propio sacerdote; la calle Real, en la que viven, entre otros, Longinos Ramos, Perfecto Hernández, Ezequiel Segovia y Casiano Rincón; la calle Ancha, en la que vive Aniceto Ramos; la del Centro, donde viven Mariano Lozano, José Sobrino y Felipe Herrero y la del Palomar, en la que viven Valentín García y Anacleto Sáez. Un callejero escueto en el que el vecindario se forma a partir de los cabezas de casa o vecinos, que en ese año son 68.

De 1901 a 1906 Don Ciriaco ya elabora un listado en el que, además de atender al seguimiento religioso de la parroquia, anota otros datos como el estado civil, la edad, la profesión, el lugar de nacimiento y algunas circunstancias personales, cumpliendo así el espíritu de lo que pretendía el Status Animarum.  En conjunto una información que realiza una radiografía de la vida de Fuente Olmedo en esos primeros años del siglo XX, ofrece un perfil definido del pueblo y sus habitantes y permite calibrar, por ejemplo, el peso que tenían las casillas y la estación de Renfe en el conjunto de su censo. 

Fuente Olmedo es en ese periodo un pueblo prácticamente autosuficiente, aunque comparte algunos servicios, como la barbería y el veterinario, con pueblos vecinos. Un repaso a los oficios refleja que había un párroco, labradores, jornaleros agrícolas, seis pastores, un zapatero, una tienda,(servida por Mariano Sanz y su esposa Vicenta Martín, en la calle de la iglesia), un herrero, un alguacil, una maestra (en esos años era Evarista Ruiz, de Fombellida), un estanquero, un barbero (Serafín Martín, que también rapaba en Bocigas), un sastre (Isidro Calle), el sacristán, el secretario de ayuntamiento, un cartero o “peatón de correos”, un guarda del campo (Justo Merino, de Bocigas), y hasta un marino, Eladio Sobrino, que figura en 1902 como “ausente”. El carnicero era entonces Bernardino Calle y el herrero Narciso López. Hay, además, cinco vecinos calificados como “pobres”, en todos los casos personas mayores y, sobre todo, viudas. La cifra de pobres se repite, sin muchas alteraciones, durante todos estos años, en ausencia de cualquier tipo de cobertura social. La estación del ferrocarril, como genéricamente se califica en toda la documentación de la época a los servicios ferroviarios, aporta siete familias, de las que tres viven en el pueblo, (dos guardagujas y el factor), y cuatro, el jefe y tres guardabarreras, en las casillas y la estación. La jefatura de estación de Fuente Olmedo no debía ser muy apetecible por esos años ya que en ese periodo de seis años hay hasta cuatro jefes distintos.

El callejero ha sufrido algún pequeño cambio respecto a la serie anterior de 1893, pero las calles siguen denominándose por su funcionalidad: calle de Bocigas, Plaza Mayor, calle de las Procesiones, calle del Rosario, calle de la Iglesia, calle del Centro, calle de la Fuente. Y calle Real, como era preceptivo. Aparece en estos años la calle de Cantarranas, en la que viven el cartero, Francisco Gómez y Luis Calle, el estanquero. 

Ejemplar de "Status Animarum" de Fuente Olmedo.
Ejemplar de «Status Animarum» de Fuente Olmedo.

La Plaza de Canalejas

 El documento de 1924 a 1930, elaborado por José Sobrino Sánchez, el cura que sustituyó en 1923 a Don Ciriaco, ofrece ya poca información, más allá del cumplimiento pascual y del registro minucioso del vecindario que se asienta en las mismas calles que la serie anterior, a las que se ha añadido la de Eladio Sobrino sustituyendo a la que antes se llamaba calle del Centro. Sí es novedoso que la Plaza Mayor aparezca en estos listados parroquiales con el nombre de Plaza de Canalejas, y no se trata de un error porque por esos años, en 1929, el Depósito de la Guerra elabora, con fines militares, el Mapa Militar Itinerario de España, en el que la actual Plaza Mayor aparece también como Plaza de Canalejas. Desaparece del callejero la calle de Cantarranas que tuvo una vida muy fugaz. En realidad, el nombre de las calles siempre respondió a su funcionalidad, muy ligada a lo religioso, al uso diario o a alguna característica destacable. Muy ilustrativo de esto es que en la permuta de un lagar entre los hermanos Faustino y Emiliano Rincón se determina documentalmente su ubicación en la calle Real, “esquina a la calle por donde vierte el agua”. Y no hace falta más porque está bien claro que se refiere a la callejuela que emboca el agua que bajaba por la calle Real, con una pendiente muy pronunciada hasta que se asfaltó, hacia la balsa de abajo. Los que hemos conocido el pueblo sin asfaltar sabemos cómo corría el agua cuesta abajo, en los inviernos, buscando la vertiente.

El pueblo tiene en esa época 285 vecinos censados, aunque los reales son menos porque hay bastante movimiento que apunta cuidadosamente el párroco, como la salida de la familia de Indalecio Rodríguez Gómez, mujer y cuatro hijos, a Coca.

En esa época, previa al golpe de despoblación que sobrevino en la segunda mitad del siglo XX, los apellidos son prácticamente los que han llegado hasta nuestros días. Transcribo a continuación el listado de vecinos entre los años 1924 y 1930 según el asiento del párroco José Sobrino, agrupados por calles y familias. Al ser un periodo amplio, el párroco iba haciendo correcciones sobre la marcha, como cuando había alguna boda, salidas del pueblo o defunciones, pero nos traslada una foto fija de los habitantes de Fuente Olmedo en esos años.

Calle Real

Celestino Domingo Martín y Carmen Casado Pérez, hijos: Cita, Aniceto, Gregoria, Petra, Agustina y Andrés Domingo Casado.
Mariano Lozano Gómez y Segunda Sanz Vara, hijo: Celso Lozano Sanz.
Manuel Martín Delgado y Jerónima Fernández García, hijo: Tertuliano Martín Fernández, (se apunta aquí, aunque no la cuenta numéricamente, a Basilisa Molpeceres, esposa de Tertuliano. Es un añadido posterior, como en otros grupos familiares que el párroco va actualizando sobre la marcha).
Longinos Ramos García.
Conrado Ramos Hidalgo y Mariana Martín Mera, hijos: Irene, Honorio y María de la Paz Ramos Martín.
Santiago Pérez Ramos e Isabel Pérez Villoslada, hijos: Escolástica, Carmen y Liberio Pérez Pérez.
Casiano Rincón Velasco.
Francisco Lozano Sanz y Carmen Martín Pérez.
Prudenciano Calle Martín.
Ceferino Rodríguez Díaz y Romana Martín González, hijo: Calisto Rodríguez, apunta también, aunque sin añadir numéricamente, a Aquilina Jiménez.
Jacinto Segovia Casado y Victorina Rodríguez Martín. Hijos: María, Ascensión, Máximo, Eugenio y María Antonia Segovia Rodríguez. (Estos dos últimos, Eugenio y María Antonia, no están contabilizados, María Antonia parece que acaba de nacer porque pone “nueva”).
Agustina Segovia Sobrino, viuda. Hijo: Alejandro Sobrino Segovia.
Florencio García Pérez y Ciriaca Sánchez González, hijos: Victoria, Mario, Consuelo, Florencio, Encarnación, Palmira, Magdalena y Adoración García Sánchez.
David López Garzón y María Villacorta Regarigo, hijos: Santiago, Emilio, Bautista y Josefa López Villacorta. Esta familia se fue en esos años a Coca.
Perfecto Hernández González y Celestina Sanz Gómez, hija: Aurea Hernández Sanz. (Hay una anotación de que Aurea se había trasladado a Villeguillo).
Anastasio Toledano Martín y Modesta Galindo Calle, hijos: María, Amancio, Teodoro, Natividad y Anastasia Toledano Galindo.
Tomás Martín Sanz
Benito Martín Calle y Juana García Sánchez, hijos: Felicísima, Candelas, Teodora, Emiliana y Benito Martín García
Faustino Rincón Segovia y Toribia Hernández Sanz, hijos: Trinidad, Carmelo y María Ascensión Rincón Hernández.
Carlos Arroyo González y Petra Hernández Sanz, hijos: Celia y Guzmán Arroyo Hernández, que tiene un mes.
Donato García Gutiérrez y Micaela Ramos Segovia. Vive con ellos Felicitas Sebastián García
Florentino Sanz García y Jerónima Pérez Gómez, hijos: Teófila, Elena, e Isaías Sanz Pérez

Calle Eladio Sobrino

Higinio Segovia Sobrino y Petra Martín González
Rufina Martín Díaz, viuda
Clodoaldo Lázaro Martín y Gavina González González, hijos: Gregorio y Luis Lázaro González. Esta familia se ha trasladado a Santander en uno de estos años, aunque les cuenta como vecinos en la enumeración global.
Tomás González Gutiérrez, viudo.
Manuel Martín Palomo y Candelas García Gómez, hijos: Nicanora, Luis y Marino Martín García.
Nicolás de Nicolás Gómez y Gregoria Herrero Casado, hijos: Josefa, Anastasia, Carmen, Juana y Julio de Nicolás Herrero. Esta familia, aunque numéricamente el cura la cuenta, se supone que a lo largo de esos años se ha ido a vivir fuera de Fuente Olmedo porque aparece tachada.
Melitón Sobrino Segovia y María Lozano Bores. 
Adelardo Sobrino Rincón. Se cita también a Anastasia Lozano, añadida posteriormente.
Casto Pérez Molina, viudo. Una anotación apunta que falleció.
Justo Pérez Ramos y Engracia García Pérez, hijos: Benita, Claudia y Secundina Pérez García.
Humberto Pérez Ramos y Teresa Martín Escudero, hijos: Alberto y Feliciano Pérez Martín.
Emiliano Rincón Segovia y Patrocinio Gómez Martín, hijos: María Leonor Rincón Gómez.
Leandro Fernández Sanz y Ubalda Martín Calle, hijos: Alejandra y Francisca Fernández Martín. Esta familia salió de Fuente Olmedo a lo largo de estos años.
Epifanio Gay Brea, viudo, hija: Vicenta Gay Gómez- En estos años se marcharon a Madrid.
Cruz Moreda González y Cipriana Llorente Pérez.
Mariano Casado Valles y María Crespo Valles, hijos: Eugenio y José María Casado Crespo 


Calle de la Iglesia

Mariano Sanz García y Vicenta Martín González, hijos: Eufrasio, Primitiva, Justina, Cándido y Mariano Sanz Martín
Emilio Ramos Gómez, viudo, hijas: María Luisa, Amelia y Patrocinio Ramos Redondo 
Felipe Calle López y Crescencia Gómez Sobrino, hijos: Teófilo, Mariano y Eduardo Calle Gómez
Jesús Velázquez Martín, de 26 años, figura como ausente

Calle del Rosario

Gabriel Pérez Sanz y Paula González Sanz, hijos: Victoriano, Dionisio y Paulino Pérez González.
Nieves Romano Sanz, 63 años.
Gabriel Lozano Sanz y Ciriaca Prados Fraile, hijos : Mariano, Mercedes y Josefa Lozano Prados
Eduvigis García Ledo, viuda
Matías Pérez García, viudo, hijo: Honorio Pérez González
Mariano Martín Diez, viudo: hijos, Teodosio y Francisco Martín Muñoz
Kirino Pérez Ramos y Ángela Pérez González, hijos: Justina, Alfredo y Vicenta Pérez Pérez
Nemesio Herrero Casado y Amancia Sanz Martín, hijos: Clementina, Caridad, Lucía, Leonardo y Aricini Herrero Sanz
Victorino Herrero Casado y Genoveva Calvo González, hijos: Víctor, Servando, Cándida, Felipe, José y Heliodoro Herrero Calvo
Vidal Rincón Segovia y Aurora García Fernández, hijos: Ángeles, Josefina y Eloy Rincón García. Esta familia se trasladó a vivir a Aguasal
Ricardo Crespo Pérez y Aurora Lozano Sanz, hijos: Pilar y Ricardo Crespo Lozano

Plaza de Canalejas

Isaac González Álvarez y Benita Gómez Bermejo, hijos: Rufino, Gonzalo y Luis González Gómez. Esta familia se fue a vivir a Madrid.
Eusebio Ramos Gómez y Guadalupe Martín Segovia, hijos: Felicísimo, Adoración, Pilar, Amador, José, María de los Milagros, Juan, Antonio, Gonzalo y Carmen Ramos Martín
Felipa Gutiérrez Casado, viuda. Hijos: Antonio, David, Inés, María del Socorro. Natividad y Pedro García Gutiérrez
Juan Pedro Gutiérrez Casado, viudo
Martina Gutiérrez Casado, viuda. En un añadido se anota a lápiz a Fredesbinda Gutiérrez.
Andrés González Gutiérrez y Eladia Prado González
Luis de la Calle Herrero e Higinia Palomo García
Robustiano Gómez González y Alejandra Lozano Sanz, hijos: Bonifacia, Primitiva, Baltasar y Segundo González Lozano
Epifanio Sobrino Segovia

Calle de Bocigas

Anselmo Virseda Ordoño y Paula Bermejo Martín, hijos: José y Benigno Virseda Bermejo. En la misma casa vive Víctor Virseda Recio
Galo López Rodríguez y Felipa Gómez Sanz, hijos: Nicolasa, Avelino y Deogracias López Gómez.
Indalecio Rodríguez Gómez y Norberta Pinilla Casado, hijos: María, Lorenzo. Cándido y Esteban Rodríguez Pinilla.
José Sobrino Sánchez, Sofía Sobrino Sánchez y Asunción Sobrino Sánchez
Narciso López Rodríguez y Saturnina Pascual, hijos: Modesta y Heliodoro López Pascual

Calle de las Procesiones

Eleuterio Muñoz Gómez y Consolación Toledano Martín, hijos: Ernestina, Aurelia y Gregoria. 
Sergia Muñoz Toledano, viuda.
Eusebio Toledano Martín y Zoila Sanz Lozano, hijos: Teófila, Jonás, Esperanza, Amparo, María Luisa y Anastasio Toledano Sanz.
Pedro Sobrino Segovia y Emilia Sáez Martín, hijos: Ángel, Isabel, Pedro, Constancio, Iluminada, Alejandra y  Piedad Sobrino Sáez
Fermín Muñoz Toledano y Pilar Sobrino Sáez
Lorenzo Marín Ramos y Emilia Quintana Vara, hijos: Matilde, Beatriz, Pedro, Ángeles, Lorenza, Petra y Marcelino Marín Quintana.
Olegario Lorenzo Cebada y Filomena Muñoz Castro, hijos: Daniel y Modesta Lorenzo Muñoz.
Aleja Castro Regoldino, viuda. 
Laureano San José Martín y Engracia Arnanz San Martín, hijos: Ascensión, Emiliano, Lidia, María, Victoria, Laureano y Carmen San José Arnanz
Agapito Serrano Lázaro y Elena González Moreno, hijos: Felipe y Felisa Serrano González

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2 respuestas

  1. Buenos días. Sólo una puntualización a los datos que aquí se aportan sobre mis antepasados. Mi tatarabuelo, Epifanio Gay Brea, natural de Aguasal, se trasladó a residir a Ciruelos de Coca junto a la familia de su hijo, Eleuterio Gay Gómez, a partir de 1925 aproximadamente cuando fallece su mujer, Antonina Gómez Gómez, en Fuente Olmedo en enero de 1924. Por su parte, su hija, Vicenta Gay Gómez, tal y como consta en la matrícula se marchará a vivir a Madrid, donde ya residían desde hace años sus hermanas mayores, Petra y Modesta Gay Gómez.

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